“La práctica artística ayuda a los participantes a descubrir nuevas formas de abordar desafíos personales al conectar con su creatividad de una manera profunda y significativa. Ver a alguien transformar emociones complejas en algo tangible y hermoso es uno de los aspectos más gratificantes de mi trabajo”.

“He trabajado con personas mayores que viven con demencia, y lo que me fascina es cómo las actividades artísticas despiertan recuerdos, emociones y un sentido de identidad que parecía perdido. Es un puente para reconectar con partes de sí mismos que el tiempo parecía haber desdibujado”.

“El uso de materiales artísticos no solo permite a mis clientes expresar lo que a veces no pueden decir con palabras, sino que también les da la oportunidad de experimentar con nuevas perspectivas, adaptándose a las circunstancias que enfrentan de maneras creativas y únicas”.

“En mi experiencia con adolescentes en situaciones de vulnerabilidad, el arte se convierte en un espacio donde pueden procesar su mundo interior sin temor al juicio. Lo que plasman en el papel o moldean en arcilla es una extensión de ellos mismos, algo que les permite explorar y comprender mejor sus emociones”.​

“Durante mi formación en UNIARTE, la arteterapia no solo me brindó herramientas para mi crecimiento personal, sino que también me permitió descubrir una nueva forma de conectar con mis emociones. A través del arte, aprendí a expresar lo que no podía poner en palabras y a transformar mis experiencias en un proceso sanador y creativo.”​

“Trabajar con niños de kínder a través de la arteterapia ha sido una experiencia maravillosa. El arte les permite expresar sus emociones de manera espontánea y natural, fomentando su creatividad y autoestima. A través del color, la textura y el juego, he visto cómo encuentran seguridad en sí mismos y desarrollan habilidades socioemocionales clave para su crecimiento.”